Es probable que, en algún momento durante la vida de un préstamo hipotecario, el deudor tenga dificultades para pagar las cuotas. No debes desesperarte si te sucede esto. Existen varias opciones y alternativas para afrontar esta situación y una de ellas es el período de carencia hipotecaria.
A través de una carencia hipotecaria verás disminuida tus cuotas de manera temporal. De esta forma, podrás evitar caer en una situación de impago. Ahora bien, debes saber que esta alternativa tiene sus ventajas y desventajas. Por eso, necesitarás analizar con detenimiento si una carencia es la opción ideal para ti.
En esta guía, encontrarás la guía más completa. Te hablaremos acerca de los requisitos sobre las carencias hipotecarias, costes, duración, cómo conseguirlas y mucho más.
Requisitos para solicitar la carencia de la hipoteca
Cada entidad financiera establece sus condiciones para aprobar períodos de carencia hipotecaria. De hecho, se suele valorar la situación del crédito, el tiempo que queda por pagar y la situación económica del cliente.
Por lo general, el hipotecado deberá cumplir las siguientes condiciones:
- Haber cumplido un tiempo mínimo de amortización del crédito.
- Estar al día con todos los pagos.
- No haber tenido impagos durante los últimos 12 meses.
- Acreditar una situación económica que necesite la carencia.
Si estás en una situación coyuntural y no puedes hacer frente al pago de tu hipoteca, te recomendamos que acudas a la entidad financiera y expongas tu situación.
¿Qué es la carencia de una hipoteca?
Es un periodo que se concede al titular de un préstamo hipotecario durante el cual se reduce la cuantía total de la cuota mensual. También es posible aplazar por completo el pago de las mismas. Existen dos tipos de carencias hipotecarias, veamos cuáles son:
- Carencia total: en este caso, el cliente no abonará las cuotas de la hipoteca durante el período establecido.
- Carencia parcial o de capital: esta es la modalidad más utilizada. En este tipo de carencia el cliente solo pagará la cuantía correspondiente a los intereses del préstamo.
¿De cuánto tiempo puede ser la carencia hipotecaria?
El tiempo total de la carencia hipotecaria dependerá de las condiciones del préstamo y, por supuesto, de lo que esté dispuesto a aceptar la entidad bancaria. En general, el periodo de carencia puede ir desde varios meses e incluso prolongarse hasta 5 años.
¿Cuánto cuesta una carencia hipotecaria?
No pagar te costará dinero. Debes tener en cuenta que un período de carencia aumentará el precio final de tu hipoteca. Durante el tiempo de carencia obtendrás un alivio económico. Pero, en el momento de volver a las condiciones normales de la hipoteca, tu cuota mensual será mayor a la que tenías originalmente.
Eso se debe a que durante el tiempo de carencia solo amortizarás el interés, mientras que el capital quedará intacto. Asimismo, un periodo de carencia te obliga a realizar una novación de la hipoteca. Es decir, deberás formalizar un nuevo documento con un coste y comisiones asociadas.
Antes de nada, revisa las condiciones y requisitos para una hipoteca.
¿Qué bancos ofrecen hipotecas con carencia?
Antes de la crisis del 2008, la mayoría de las hipotecas incluían la opción de la carencia en la escritura. Sin embargo, ya no es tan fácil encontrar bancos que ofrezcan esta ventaja. Aun así, los siguientes bancos aún incluyen esta opción:
- Banco Santander en préstamos puente.
- Bankia.
- Pibank.
- Banca Pueyo.
- Bankinter.
- Abanca.
- Liberbank.
Siempre podrás negociar con tu banco en caso de encontrarte en una situación complicada. La entidad financiera es la primera interesada en encontrar una solución y obtener su dinero de regreso.
¿Cómo conseguir que se aplique la carencia en la hipoteca?
Veamos cómo podemos obtener una carencia hipotecaria:
- Contratando una hipoteca que tenga carencia: aún existen entidades bancarias que acceden a incluir esta opción en la escritura, ya sea por defecto o por solicitud del cliente antes de la firma. En casos como este, puedes exigir que se aplique la carencia según las condiciones establecidas en el contrato.
- Negociando con la entidad bancaria: aunque tu hipoteca no incluya carencias en el contrato, podrás negociar con el banco para que se te aplique una. Recuerda que, al igual que tú, el banco no está interesado en que caigas en una situación de impago. Sé honesto, explica tu situación y expresa tu deseo de cumplir con tu responsabilidad una vez mejoren tus circunstancias.
- Acogiéndonos al código de buenas prácticas bancarias: si acreditas atravesar una situación coyuntural desfavorable y estás dentro del umbral de exclusión. En este caso, podrás solicitar una carencia parcial de hasta 4 años.
¿Por qué pedir una carencia de la hipoteca?
Existen ciertas circunstancias en las cuales es conveniente solicitar una carencia de tu hipoteca. Veamos cuáles son:
- Cuando no puedas pagar la hipoteca: en caso de que sufras una reducción en tus ingresos o te quedes sin trabajo. En estos casos, un periodo de carencia de tu hipoteca te permitirá pagar una cuota más asequible (o incluso no pagar nada) hasta que puedas recuperarte económicamente.
- Si prefieres empezar a pagar más tarde tras comprar la casa: una carencia inicial te permitirá afrontar esos primeros meses y dedicarte a los gastos relacionados con la reforma del inmueble.
- En caso de que necesites tiempo para vender tu vivienda actual: en situaciones como esta, los bancos suelen dar un período de carencia.
- Si el inmueble se encuentra en construcción o reforma: como aun no podrás vivir en el inmueble adquirido, es posible que necesites liquidez para pagar tu renta y cubrir los gastos de la reforma.
¿Qué desventajas tiene la carencia de una hipoteca?
Aunque una carencia hipotecaria puede ser una gran opción en un momento de escasez económica, también es importante que conozcas sus desventajas:
- Encarece el coste final del préstamo y las cuotas mensuales cuando termine el periodo de carencia aumentan.
- Es necesario realizar una novación del préstamo. Es decir, debes volver a registrar el nuevo contrato, lo cual implica nuevos costes.
Otras alternativas a la carencia de una hipoteca
Hay alternativas si estás en situación de insuficiencia económica y tu banco te ha negado la solicitud de carencia de tu hipoteca.
- Alargar el plazo de la hipoteca: puedes negociar con la entidad bancaria para alargar el plazo total de la hipoteca. Esto te permitirá reducir las cuotas mensuales, aunque a la larga el préstamo total te saldrá más caro.
- Negociar una bajada del tipo de interés: presenta tu situación al banco y trata de obtener una rebaja en el tipo de interés. Esto reducirá tus cuotas mensuales.
- Tratar de reducir la vinculación: verifica si tienes productos asociados a tu crédito que encarecen su precio. si es así, trata de negociar con el banco para suprimir dichos productos.
- Alquilar la vivienda: de esta forma, podrás obtener un dinero extra que te ayudará a cubrir la cuota mensual de tu hipoteca. Según tu situación puedes decidir alquilar solo una habitación o la vivienda al completo. Puedes ver los requisitos y trámites para alquilar una vivienda.
- Vender la vivienda: si necesitas liquidez inmediata puedes encontrar empresas inmobiliarias que se dedican a comprar casas de manera rápida. Echa un vistazo a los requisitos y documentos para vender un piso.
- Pedir una dación en pago: si tu situación es muy complicada puedes pensar en esta opción. En este caso, el banco se quedará con tu casa y a cambio la deuda estará saldada.
Otra alternativa que tienes es pedir un aplazamiento gracias a las nuevas regulaciones. Revisa los requisitos para la moratoria hipotecaria.
Otras dudas sobre las carencias de hipotecas
Para finalizar, daremos respuesta a las dudas más comunes sobre las carencias hipotecarias:
¿Qué ocurre si no se paga la hipoteca?
Dejar de pagar tu hipoteca no es una buena decisión. Desde la primera cuota impagada, el banco comenzará a mandarte mensajes por todos los medios posibles. Te recordará la deuda y tu responsabilidad de pagarla.
Si la situación persiste varios meses, el banco te citará para negociar cambios en tu hipoteca según tu situación. Si no se encuentra solución alguna, el banco pedirá al juzgado que inicie un proceso para subastar tu vivienda y así obtener el dinero que te prestó.
De hecho, si se subasta tu vivienda y el banco no logra saldar la deuda, seguirás debiéndole dinero, ya que una hipoteca es una responsabilidad personal.
¿Cuántas cuotas de hipoteca se pueden dejar de pagar?
Lo recomendable es no dejar de pagar ninguna cuota. Si dejas de pagar entre 2 y 5 cuotas, el banco realizará todas las gestiones posibles para obtener tus pagos y tratar de llegar a un acuerdo.
Tras la sexta cuota impagada y si no hay muestras de cambios de tu parte, el banco iniciará el proceso de ejecución de tu hipoteca.
¿Es lo mismo una carencia que una moratoria?
No exactamente. El concepto de una moratoria y una carencia hipotecaria son similares. Con ambos procedimientos se logra aplazar los pagos de una hipoteca o préstamo. La diferencia se encuentra en los requisitos establecidos para acceder a cada procedimiento.
Existen moratorias hipotecarias decretadas por el gobierno en momentos de crisis, como, por ejemplo, la causada por el COVID-19. Estas incluyen requisitos bastantes exigentes. También hay moratorias establecidas por los bancos con requisitos determinados por cada entidad.
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Abogado de profesión, especialista en trámites legales y derecho financiero y tributario. Doble grado en Derecho y Administración de Empresas. Mi objetivo es ayudar a las personas a cumplir los requisitos de todos sus trámites de una manera fácil y ágil.